En nuestro recorrido por las frutas y verduras de temporada, hoy es el turno de la alcachofa. Originalmente procedente del Mediterráneo occidental, es una planta que alcanza hasta los 2 metros de altura.
Entre sus componentes hay que destacar a los hidratos de carbono, la insulina y la fibra. Los minerales que posee son el sodio, el potasio, el fósforo y el calcio. Y entre las vitaminas destaca la abundancia de la vitamina C, la B1 y la B3.
Sin embargo, lo más destacable de su composición son una serie de sustancias que se encuentran en pequeña cantidad, pero dotadas de notables efectos fisiológicos positivos:
- La cinarina: sustancia ácida con capacidad para aumentar la secreción biliar. Es diurético, provoca mayor expulsión de orina.
- Los esteroles: con capacidad para limitar la absorción del colesterol en el intestino.
Sus flores, al igual que las del cardo, contienen el fermento «lab» (que es un conjunto de 3 enzimas: pepsina, quimosina y paraquimosina) que sirve como cuajo de la leche para la elaboración de quesos. Dichos quesos reciben generalmente el calificativo de queso de flor.
También tiene usos medicinales en los que no voy a entrar, simplemente destacar su uso para disfunciones del riñón por su efecto diurético y para molestias digestivas.
Por último os dejo una receta de alcachofas estofadas, espero que os guste.
INGREDIENTES:
- Alcachofas
- Cebollas
- Tomates
- Aceitunas negras
- Aceite de oliva
- Pimentón rojo dulce
PREPARACIÓN:
Sofríe las alcachofas a las que previamente habrás cortado la parte más dura y la punta de las hojas, añade la cebolla. Cuando la cebolla esté medio transparente, añade el tomate cortado a cuartos.Sazona a tu gusto. Tapa y deja hervir removiendo de vez en cuando, a media cocción añade un buen puñado de aceitunas negras. Ir comprobando la cocción hasta que las alcachofas esten tiernas.
Sirve con arroz o pasta integral, quinoa o un puñadito de legumbre hervida y tendrás un plato único muy rico.