Comer, sentir, disfrutar… Los buenos hábitos en la cocina para una alimentación saludable están en boca de todos, aunque no siempre se ponen en práctica, aprende recetas fáciles, rápidas y sanas como las de los cursos de nuestra escuela de cocina. Aquí os dejamos diez consejos de hábitos saludables y sencillos que no debes perder de vista:
1. Haz tantas comidas como dedos tiene una mano: desayuno, comida y cena ligera, además de a media mañana y a la merienda. El desayuno es la comida más importante del día. En él no deben faltar lácteos, cereal y fruta. ¿Sabías que saltarse el desayuno no sólo no ayuda a controlar el peso, sino que contribuye a incrementar el riesgo de obesidad?
2. Consume a diario frutas, verduras y hortalizas, que aportan vitaminas, minerales, fibra y agua. Se recomiendan 5 raciones al día y entre dos y tres deben ser frutas enteras y cortadas en pedazos. El zumo natural, que sea recién hecho y no más de un vaso al día. El mejor postre, la fruta. Incluso mejor que cualquier lácteo.
3. La comida, como la de toda la vida. Evita los platos precocinados, que tienen más grasas y más sal; los fritos; los empanados y los alimentos con grasas saturadas, trans, hidrogenadas o con aceites de coco y palma en su composición. Que no te pese preparar los alimentos a la plancha, al horno, en cocción o al vapor, como lo hacían nuestros abuelos.
4. Come “de cuchara”. Los hidratos de carbono son la base de la alimentación. Los cereales (pan, arroz, pastas), patatas, legumbres, hortalizas, verduras… contienen estos hidratos en una buena proporción. Estos platos, esencialmente “de cuchara”, contienen muchos nutrientes. Acompañados de una fruta, un plato como un cocido o un potaje puede constituir la comida más importante del día. Toma al menos entre dos y tres veces legumbres cada semana.
5. Elige alimentos con fibra. Se aconseja unos 25 gramos de fibra alimentaria al día para prevenir la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer como el de colon. Se encuentra fundamentalmente en legumbres, cereales integrales, frutas, verduras, hortalizas y frutos secos, pero está ausente en los alimentos refinados, muy extendidos en la dieta actual. El pan integral es una opción más sana que el pan normal.
6. Consume más pescado, rico en proteínas y con una cantidad importante de ácidos grasos omega 3, que aumentan el colesterol “bueno” y reducen el “malo”. Consume entre dos y cuatro raciones de pescado cada semana (cada ración son entre 100 y 125 gramos de pescado en filetes, o entre 200 y 250 gramos si es pescado completo), alternando los grasos (azules) con los magros (blancos).
7. ¿Tienes sed? Bebe agua. Es la única bebida que nuestro cuerpo necesita y es más sana que cualquier refresco, zumo o batido. El 70% de nuestro cuerpo está formado por agua y beber durante todo el día en abundancia (entre 5 y 8 vasos) nos ayuda a cuidar de nuestra salud y que órganos vitales como los riñones funcionen correctamente.
8. La sal, en el salero. El sodio presente de forma natural en casi todos los alimentos nos proporciona la cantidad necesaria para cubrir todas nuestras necesidades nutricionales. Si vas a agregar sal a tus comidas, hazlo con moderación. Preferiblemente, utiliza sal yodada.
9. Consume cada día leche, yogur o quesos, ya que nos aportan calcio, proteínas de calidad y vitamina A. Ayudarás a los niños a crecer y a desarrollarse, mantendrás los huesos fuertes y evitarás muchas enfermedades.
10. Siéntete mediterráneo: están más que demostrados los beneficios de su dieta para nuestra salud, gracias al alto consumo de vegetales (verduras, hortalizas, legumbres y frutas), cereales (pan, pasta, arroz) y aves y pescado, en detrimento de la carne roja, sin olvidarnos del aceite de oliva.
Te dejamos algunos ejemplos de cursos de nuestra escuela de cocina donde podrás aprender recetas y poner en práctica todos estos hábitos. Esperamos que te resulten interesantes.
Curso cocina los vegetales de mil maneras.
Curso Cocina rápida para gente con prisa
Curso Menús semanales para toda la familia